Un rincón escondido entre la selva que parece sacado de un sueño. En Café de Lunas, el tiempo se desacelera entre árboles, tranquilidad absoluta y el aroma envolvente del café recién molido de Córdoba, Veracruz. Aquí se desayuna como en casa de la abuela veracruzana: picaditas con huevo y plátano, milanesas jugosas, y postres que te apapachan el alma. Todo es casero, delicioso y con precios tan honestos que invitan a volver. Ideal para leer, crear, escribir o simplemente disfrutar del silencio con una taza humeante en mano ( o un frappe si tienes calor ) .